(17)
Cristi camina sobre un poco de cabezas.
Avanza. Cree reconocer a su padre; no era; continúa; ve la cara de Annie; corre
hacia ella, y cuando está cerca, el suelo por donde va se hunde; él cae a un
abismo; llega a una especie de aguas profundas; recuerda algunos diálogos con
su esposa; no te rindas le decía ella en esa conversación; el lo recuerda; sale
del agua; está en el interior de una casa grande, que parece ser la casa de
ellos.
La
escena de la película es, ahora, en una especie de tejado descendente; la
especie de tejado tiene forma de araña y todo converge hacia un centro por la
fuerza de la gravedad; tiene una conversación con el viejo Al; hablan del padre
de Cristi; se dan algunos detalles de familia; Cristi reconoce a Al; es su
padre; se abrazan; lloriquean; siempre quise guiarte, te estaba esperando para
guiarte en la vida, le dice el papá a Cristi; ya sabes… solo tienes tres
minutos… si te pasas de ese tiempo, no habrá regreso, te quedarás entrampado en
el mundo de Annie; se vuelven a abrazar. Es curioso la aparición en esa
película la referencia al número 3, en relación al tiempo que debería estarse
dentro conversando con Annie; que como se dijo ya en el capítulo 8, el número 3
es el número de la imperfección, de lo caduco.
Cristi
sigue su camino, porque va en busca de Annie, su esposa; entra a una casa
grande; es una casa vieja; todo está tirado y en desorden; en medio de una
sala, que tiene como una especie de fuente, pero sin agua, hay una persona
recostada, más bien tirada en la especie de escalón inferior de la como fuente
de agua; está apoyada sobre sus brazos; Cristi entra saluda…. Hola… ¿no hay
nadie?... La puerta estaba abierta, dice Cristi, como justificándose de haber
entrado sin ser autorizado; ella se asusta; se levanta huidiza; ¿quién es?,
pregunta ella… Soy el vecino de al lado, dice él…. Acabo de comprar la
propiedad de al lado, soy tu vecino; lo importante era entrar en conversación,
a pesar de lo espantadiza que estaba ella; él intenta la conversación; él habla
de las flores, que están en la como especie de fuente; ella dice que están
secas, porque no hay agua en el vecindario; él habla de los cuadros que están
en la pared; ella dice algo en negativo, también de los cuadros; él dice algo,
y ella continúa siempre, pero en negativo, y con mucha desgana y desanimo. Eso
es el infierno.
Él
le habla a ella de que ella es una artista famosa, que sus cuadros son muy
bonitos. Él le cuenta que su mujer que era maravillosa y estupenda su suicidó.
Él recuerda algunas visitas al hospital psiquiátrico, y la película en su magia
maravillosa, como lo es el arte, y ella misma ya es una expresión del
maravilloso arte, pasa a unos jardines fantásticos y de sueños, donde estaba
recluida como enferma Annie; ahí conversan Cristi y Annie, cuando la situación
difícil de la pérdida de sus hijos; él siempre iba a visitarla, pero ella se
mantenía hermética y cerrada; ella en una de esas conversaciones le pide el
divorcio, porque llevan dos vidas distintas, que ella no lo merece; él le pide
perdón por haberla dejado sola en su situación, cosa que no era verdad, porque
siempre estaba pendiente de ella; el problema había estado en que ella se había
negado a vivir; él llevaba un boleto de avión y le había hablado de un viaje;
él le estaba contando que en el museo estaban esperando por ella, por la
exposición de sus cuadros y pinturas; él había hecho ademán de irse; ella lo
había retenido, y le había quitado el boleto de avión; ella rompió el boleto de
avión, lo que indicaba que si iba a luchar; en ese momento se abrazaron y
lloraron, y desde ese momento, la situación de Annie, en relación a la pérdida
de sus hijos, comenzó a superarse; la película hace magia y mágico esos
momentos hermosos de la pareja Cristi-Annie.
Hay
una expresión que aparece unas tres o cuatro veces en la película, y es que “a veces cuando ganas, pierdes”; esa
expresión siempre la utilizaba Annie, y tal vez esa expresión en la película
sea una referencia a asumir la realidad de cada día, como vayan viniendo las cosas,
pero sin huir, ni evadir la realidad de la vida. En el momento de ese primer
encuentro con Annie, en el infierno, Cristi le repite ese pensamiento que ella
decía. Ella queda un poco impactada. Y algo comienza a cambiar en ella.
Comienza a reaccionar. Ella le dice que quiere ver a Cristi. Ella llora. Él le
dice que si es posible, que cierre los ojos, que se lo imagine. Y aquí se da un
cambio. Antes Cristi le hablaba en tercera persona a ella de su esposa; desde
ese momento, en la película, él le habla en segunda persona y comienza a
tutearla; le dice que recuerde el momento del matrimonio; la película pasa a
esos momentos bonitos; ella comienza a recordar y en el momento del beso en el
matrimonio real e histórico, él, allá en el infierno intenta besarla, y ella se
espanta y grita, chilla; él se confunde; pide perdón; él sigue en la apertura
que ella le ha concedido; ahora le habla de que había soñado siempre pasar la
vejez con ella; le agradece todos los buenos momentos pasados y vividos juntos;
le agradece por su ternura, por su bondad como esposa; le gustaría volver a
vivir con ella, dormir las siesta juntos, y hasta pelear, de todas las cosas
que ella se está perdiendo; ella escucha, y algún efecto está haciendo en ella,
que se queda como pensativa y reflexiva; él le pide perdón por todos los
momentos malos, sobre todo por el intento de besarla, cuando ella estaba
recordando la celebración del matrimonio en la Iglesia ; entonces Cristi
sale de donde ella, y sale donde está el viejo rastreador, Al, que es su papá.
Una
vez afuera, en la especie de tejado en forma de araña, el viejo, el papá está
esperando a Cristi; conversan; estuviste a punto de perder la razón, le dice el
viejo; un poco más y pierdes la cordura, porque en el infierno se pierde la
cordura; si me tardé, tal vez un poquito más de lo normal; me rindo, dice
Cristi; el papá asiente, o sea dice que sí, con un movimiento afirmativo de
cabeza; enseguida, Cristi, retoma la palabra, y dice, que se rinde, pero no
cómo él, el papá está pensando; el viejo hace un gesto de sorpresa y lo mira; “dile a mis hijos”, dice Cristi, “que no abandonaré a su madre”, y se
despide del viejo; el viejo vuelve a hacer un gesto afirmativo con la cabeza;
entonces, Cristi regresa donde está Annie.
No hay comentarios:
Publicar un comentario