miércoles, 21 de diciembre de 2016

capitulo 16

                                                                                                                                                          (16)       

         La siguiente escena es en una biblioteca.
         Hay un hombre mayor que está con un libro en la mano. Tiene un sombrero y está sin afeitar, no el sombrero sino viejo.  Albert habla con él e intercede a favor de Cristi. El viejo, al principio se niega y pone muchos obstáculos. Cristi insiste. El viejo accede ante su insistencia, pero pone algunas condiciones, que son: ella pueda que no lo reconozca, y eso puede ser muy doloroso; el amor de ella no es suficiente; tiene solo tres minutos para hablar con ella; si se pasa de esos tres minutos, él quedará absorbido por el mundo de ella, y no habrá posibilidad de regresar; en momento es cuando en el infierno se puede perder la cordura; cuándo partimos, dice Cristi; está decidido a todo por el todo; cierra los ojos le dice el viejo.
         A partir de ese momento las escenas pasan a una especie de mar en tempestad; olas grandes que amenazan con hundir la barca donde van; relámpagos; lluvia; muchas personas quieren asirse a la barca y nadan hacia ella como para subirse; el viejo y Cristi conversan, y en ese momento Cristi recuerda algunos diálogos con su hijo, sobre todo en la conversación cuando lo iba a sacar de la escuela, que es lo que más recuerda de su hijo; Albert va delante de la barca con una lámpara alumbrando el rumbo; el agua que se levanta amenaza con llevar a pique la barca.
         La barca pierde el control y los tres caen al agua; Cristi vuelve a experimentar la sensación de ahogarse; se desespera; vuelven a aparece los diálogos con su hijo; ahora su hijo le dice que él no es como su papá, de inteligente y de listo; tampoco es como sus compañeros de clases; que le cuesta, que pasa trabajo, pero que sigue luchando en la escuela, que no se va a rendir; el lo comprende y lo admira, porque es su hijo, y se ríen.
         La siguiente escena es una playa; los tres están saliendo del agua con mucha dificultad; en la playa hay muchos cuerpos tirados, algunos se mueven; al fin logran salir a tierra firme; el viejo le dice que están en las puertas del infierno, que ya casi están a punto de entrar; Cristi recuerda a su hijo; vuelven a su memoria los diálogos; Albert, el guía, el que lo había recibido recién muerto, el de color, sigue adelante; Cristi lo mira de espaldas; aparecen los recuerdos de su hijo; Albert se voltea y lo mira, pero sigue adelante, porque está a punto de entrar a un sitio donde hay mucha gente gritando y estirando las manos; Cristi recuerda el diálogo con su hijo respecto a la escuela; recuerda que junto al árbol, después de una lluvia, cuando habían conversado lo que ya se tiene dicho que hablaron, Cristi había admirado y respetado a su hijo, y antes de darle un abrazo le había dicho que “si le tocase cruzar el puto infierno, le gustaría que quien fuera con él acompañándolo fuera él, su hijo”, y en ese momento se habían dado un abrazo maravilloso; recuerda el funeral de los dos hijos, cuando dijo unas palabras y había hablado maravillas de su hijo, y de un hijo que hubiese sido si no hubiera sucedido el accidente; Cristi lo recuerda todo; Albert está a punto de entrar por la puerta que se ve que es atormentadora; Cristi le dice que no, que no lo haga; lo llama hijo; no lo haga; y dice su nombre; Albert va decidido porque se trata de seguir; hijo, ahí no está tu madre, no entres; Cristi corre tras él y lo agarra con fuerza y no lo deja entrar; los dos se abrazan; Albert es el hijo; se abrazan; lloran.
         Ya están reconocidos y encontrados los dos hijos. Leona, la aeromoza era la hija Marie. Albert era el hijo, Ian; desde un principio. Ya los ha reconocido.
         Están a punto de seguir.

         Hay una especie de elevador rústico en donde suben a mucha gente; ahí se suben el rastreador y Cristi; Albert, que es el hijo, siempre con la figura de Albert, y algunas muy pocas veces bajo la apariencia de Ian, no sube, se queda; desde abajo arenga al papá a que él puede lograrlo; que si puede; que no se rinda; que lo intente; que no mira hacia los lados; que lo logre; que él confía en él, porque él es su padre; Cristi comienza a repetirse algunas frases del hijo que acaba de decirle, mientras que el elevador iba subiendo.

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