(14)
La siguiente parte de la película
continúa en que el doctor llega a una casa. Lo recibe un joven de color,
conversa con él, pero de manera borrosa. Las imágenes de las personas no se ven
claras ni precisas. El doctor en ese momento se entera que está muerto.
Enseguida el doctor entra a un prado
con un jardín hermoso, de muchas flores de muchos colores.
El joven de color se llama Albert
Lewis, interpretado por Cuba Gooding, Jr., es el encargado de hacer de guía del
nuevo que llega al cielo; es decir, el doctor Cristi, o sea, Robin Williams
quien es el actor de ese personaje; se dan unos diálogos de presentación y de
recibimiento por parte del guía; le dice que él, Cristi, acaba de morir y que
ahora se encuentra en el cielo; que ahí, en el cielo, todo es posible, que todo
es cuestión de imaginárselo y todo se dará; no hay imposibles, es cuestión de
desearlo deseándolo con convicción, y eso mismo se dará y se realizará; todo
está en el pensamiento; querer algo es verlo realizado inmediatamente; y
comienzan a aparecer algunos jardines de muchos y variados colores; Cristi
cuando estaba vivo era amante del arte, sobre todo de la pintura, amaba la
pintura, además su esposa era pintora y artista; consideraba que a través de la
pintura se consigue descubrir la belleza de la vida, además de engrandecer a la
persona en su auto búsqueda y encuentro; ambos, guía y guiado, mantienen
algunas conversaciones; Albert, que es el guía, como ya se dijo, pero que
volvemos a decirlo para recordarlo, le dice que en el cielo no hay reglas, que
todo lo que quiera se hará, hasta volar, si se quiere, o de pasar de un lugar a
otro con solo pensarlo y desearlo sinceramente; ambos comienzan a caminar por
aquí y por allá, siempre conversando; algunas veces Cristi preguntaba esto o
aquello, como hace una persona nueva en un sitio al que va por primera vez, y a
todas las cosas iba respondiendo y contestando Albert, el guía; un ave grande
apareció volando, venía hacia donde estaban ellos, pero en la altura; el ave
tomaba varios colores; Cristi peguntaba que si el ave era real, que si se podía
cambiar de forma de ave, que si podía cambiar de colores, y a todas esas
preguntas de sorpresas la respuesta era la misma, que sí, que todo era posible,
que todo era cuestión de quererlo y de
desearlo, porque así sería; desearlo con convicción era hacerse tal cual, y al
instante; todas las figuras que aparecían estaban bajo los colores acrílicos de
pintar; era como si todo fuese una mezcla de colores de acuarela o de mezcla de
pinturas de artista; algunas veces, unas dos o tres, la pisada de Cristi
dejaron en el piso la pisada como en un charco de pintura, y dos veces dio la
impresión de resbalarse en esa mezcolanza y melcocha de pintura; Albert
apareció caminando sobre el agua, y Cristi que estaba en una especie de altura
o montículo lo observaba y le llamó la atención que Albert estuviese caminando
sobre el agua, sin hundirse, y se lo hizo saber; lo que quieras se hará, le
contestó Albert, y entonces Cristi quiso caminar hacia donde estaba Albert y se
hundió como en una especie de pantano, que a su vez era agua, flores, pintura,
charco de pintura, y algo de rocas, pero todo en una mezcla variadísima de
colores; Cristi se echó a reír, pero con una risa, más bien de inseguridad y de
petición de auxilio, y de hecho pidió que lo ayudara, y en un santiamén
apareció Albert estirándole la mano y halándolo hacia sí para sacarlo de la
especie de pantano de acuarela y de pintura acrílica donde estaba; volvió a
aparecer el pájaro grande volando sobre ellos;
Cristi se quedó mirando el pájaro, en eso el pájaro pasó, y cayó en el
hombro y en la cabeza de Cristi un poco de pintura, indicando que el pájaro se
había hecho sobre él, y entonces, Cristi le dice a Albert, que él no había
pensado eso… se ríen, y Albert le dice que él si lo había pensado; después
comienzan a caminar por encima de las aguas de una especie de lago; Cristi se
hunde en sus aguas; Albert sigue hablando y Cristi lo oye, a pesar de que está
hundiéndose en el agua, y le dice que no le va a pasar nada, que no se puede
morir porque ya está muerto; Cristi se desespera; en ese momento recuerda cosas
de su hijo, recuerda los diálogos con él, de cuando había pensado sacar de la
escuela, como ya dijimos que habían hablado; y ese detalle del agua es
importante anotarlo, porque es la primera vez que aparece, además del agua del
lago donde se habían conocido Cristi y Annie; el detalle del agua y del
ahogarse de Cristi es importante porque es recurrente en toda la película,
sobre todo antes de un percatarse y reconocimiento o de un revelársele o
aclarársele a Cristi una situación concreta de familia; después salieron
corriendo hacia una casa que estaba en una especie de colina; subieron
corriendo a grandes zancadas las escaleras, y Cristi mientras subía dice que la
casa no tiene ventanas, y Albert le contesta que las piense.
La siguiente escena es en una casa
grande; todo en muchos colores; aquí hacía recordar algunos cuadros de Yacek
Yerka, el pintor surrealista polaco; estaban en una especie de diván, siempre
conversando; algún rato después Albert le dice que tome café en una taza
multicolorida, y le recuerda que “si piensa que es café, será café”, todo es
cuestión de desearlo y quererlo, para que eso sea lo que se ha deseado; Cristi
se lleva la taza a la boca, y hace un gesto de repulsión porque lo que ha
saboreado no es café, sino pintura acrílica; Albert vuelve a recordarle lo que
le había estado diciendo, y que acabamos de decir un poquitico antes; siguen
hablando; Cristi habla de su esposa, de lo maravillosa que es, y de tanto que
la amaba; le habla de sus hijos, y del accidente, y de lo difícil que les fue
superar tan grande pérdida; en ese momento la película trae algunas escenas de
su hijo y de algunas conversaciones juntos, sobre todo cuando habían conversado
de que lo iban a retirar de la escuela donde estaba estudiando porque su
rendimiento escolar no era muy bueno; el muchacho había alegado sus derechos,
pero el papá estaba convencido que eso era lo mejor; Albert y Cristi siguen
caminando y conversando; Cristi guardaba alguna resistencia, como es lógico
cuando se está en un sitio que es nuevo y novedoso, pero no dejaba de
sorprenderse ante cada cosa nueva; en ese momento, Albert y Cristi tienen cada
uno una taza multicolorida en sus manos, están tomando café; Cristi se lleva la
taza a la boca y disimula un rechazo instintivo, y comenta, “le falta un poco de leche”, y ambos se
ríen; en ese momento llegan a una pared; Albert con la mano derecha realiza una
figura sobre la pared, de forma ovalada, con algún parecido a un pescado;
después Albert con la mano izquierda empuja hacia adentro esa figura que hizo y
se hace una especie de ventana, que comunica el lado de donde estaban ellos
hacia otro lado; Cristi se sorprende y suelta una especia de carcajada que
muestra el asombro, y en ese momento uno no sabe si admirar al personaje que se
llama Cristi o si admirar al actor que se llama Robin Williams, porque ese
gesto y ese detalle son únicos de Robin Williams, y se sorprende uno de la
grandeza de su actuación, que es fenomenal, en esa y en muchas cintas del cine,
y que quedarán grabadas en la posteridad en beneficio de la humanidad; una vez
ya entrados en la parte nueva, pues hay un cambio de antes a después, a través
del agujero que era todo de pintura, y donde estuvieron tomando la última taza
de café, Albert le dice a Cristi que ahora todo es realidad, que lo de hacía
poquito ya no es arte ni pinturas, ni cuadros, cosas que Cristi amaba y había
amado mientras estaba vivo, que ahora todo es realidad, y en ese momento le dice
que “El pensamiento es real, que lo
físico es una ilusión”, y le da un golpe en la cabeza; ambos se ríen;
Cristi al asomarse por el agujero que Albert había hecho pregunta que dónde
está Dios; Albert le contesta que “debe
andar por ahí diciéndonos que por qué no lo escuchamos”.
Ese detalle, en ese momento de la
película, al decir lo que Albert le dice, es clave en todo el desenlace de la
película, sobre todo con el golpecito en la cabeza; quizás como queriendo
decir, “entiéndalo, que así es”, que se te meta en la cabeza, porque así es,
mi hermano.
De repente Cristi se queda solo. Albert
desaparece.
Y con esto se termina el capítulo 14,
número que a su vez es múltiplo de 7, porque 7 por 2, es 14, para empezar con
la parte buena de lo que viene, porque todo ha de tender hacia la perfección,
porque ese es el oro que hay en el ser humano, y al que hay que pulir porque es
oro puro…
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