miércoles, 21 de diciembre de 2016

capitulo 2

                                                                                                                                                          (2)       

  
         Recordaba de Robin Williams algunas pocas películas. Popeye, Peter Pan; y una película en la que interpretaba a un médico al que se le había muerto su esposa, después de un trauma emocional tras la muerte de sus hijos. La esposa no había podido asimilar la pérdida de sus hijos y se había negado a vivir. Ella muere. Al poco tiempo también muere él, y va al cielo. Él quiere encontrarse con su esposa en esos mundos del más allá, pero no la encuentra. Le asignan un guía para que le instruya en los asuntos del misterio del más allá. En la Iglesia se llama esas verdades, el mundo de las postrimerías. Pero son misterios. Tampoco es que la Iglesia deba saber de esas cosas…
         Él busca las maneras de encontrarse con ella, pero le informan que ella se encuentra en el purgatorio, y que es imposible que ambos se encuentren. No se puede pasar las fronteras. Ni de un lado ni del otro. Son incomunicables esas dos dimensiones. Él se ofusca y se empeña en refutarle al guía que nada hay imposible para el que quiere algo, según el mismo guía le había enseñado desde un comienzo. Solo era cuestión de quererlo y de imaginarlo, y todo se haría como se lo imaginase, queriéndolo con convicción. Y todo se haría. No había imposibles.
         Él lucha contra todos los obstáculos y al fin llega a encontrarse con ella. Ella no lo reconoce. Él se dedica a buscar la manera de que ella lo vaya identificando. Ella se negaba a todo. Ella vivía en una ambigüedad. En eso consistía el purgatorio. Y la película se desarrolla en esa idea.
         Recordaba vagamente la película. Desde que había visto algo de esa película había quedado prendado de las muchas ideas fascinantes que se decían y se desarrollaban. Le había parecido interesante esa manera de enfocar las realidades de la vida y las maneras de enfrentarse al hecho de la existencia humana.
         También recordaba algo, no mucho, de una película en la que Robin Williams, hacía de un hombre disfrazado de mujer que trabajaba en una casa de familia, que era su propia familia, y así podía cuidar y ver a sus hijos. Las situaciones eran muy complicadas para el hombre, porque tenía que salir corriendo a vestirse de mujer, unas veces; y otras, a vestirse de hombre para despistar y no lo descubrieran. Cómica la película en ese ir y venir de ese paso de dos roles, de mujer y de hombre, hasta que al final se descubre la verdad, y se complican más las cosas…

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